(Más) preguntas y respuestas sobre una vuelta al mundo en bicicleta

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El año pasado publiqué una entrada en la que recogía una serie de preguntas sobre mi viaje que rondaban las inquietas cabezas de los alumnos del CEIP Bosco de Cocentaina, donde mi sobrina Mariola estudia. ¿Podía sobrevivir con 10€ diarios? ¿Tenía miedo? ¿Cuántas veces había pinchado? Hace unas semanas recibí una carta en la que varios alumnos, de entre 11 y 14 años, del Colegio Blas de Otero de Madrid (donde una amiga es profesora y les ha hablado de mi viaje), añadían algunas preguntas más. Aprovecharé esta entrada para agradecerles su enorme interés y curiosidad y, de paso, ayudarme a explicaros mejor mi aventura y os podáis hacer una idea de cómo es mi peculiar día a día.

La experiencia personal

Las personas que me encuentro en el camino son mi viaje. Brasil 2017.

Ahmad: «¿Quién te ha inspirado para hacer este viaje?»

Hay un viajero inglés, Alastair Humphreys, que sigo desde hace mucho tiempo. El tipo dio la vuelta al mundo en cuatro años y promueve las microaventuras: enseña lo sencillo que puede resultar vivir una aventura, independientemente de lo lejos que sea o del tiempo que dure.

Daniel Isma: «¿Has pensado alguna vez en dejarlo?»

No, nunca. Hay momentos difíciles, pero me los tomo como desafíos que, cada vez que supero, me hacen sentirme más a gusto y con más fuerza para continuar.

Adri: «¿Vas actualmente acompañado con alguien?»

Ahora estoy pedaleando por la Carretera Austral, una ruta muy famosa entre los cicloviajeros y cada día me cruzo a muchos ciclistas como yo. Ahora mismo estoy viajando con Kai y Klaus, dos hermanos alemanes; y Fernanda, una viajera argentina.

Aaron Bella: «¿Has aprendido algún idioma nuevo?»

En África aprendí francés; en Brasil portuñol (así llaman a la mezcla de español y portugués); en Marruecos un poco de árabe. Siempre intento memorizar las frases de cortesía en las lenguas de los lugares a los que llego (lenguas tan extrañas para nosotros como el wólof (Senegal), o el oshiwambo (etnia ovambo de Namibia). ¡De esa forma consigo ganarme más de una sonrisa!

Adri: «¿Has celebrado tu cumpleaños con alguien o solo?»

Celebré mi primer cumpleaños con Nicolás, un cicloviajero asturiano con el que me junté en Costa de Marfil. Mi segundo cumpleaños lo celebré en Chile: con Sibylle y Barbara, unas viajeras alemanas que acababa de conocer me invitaron a una estupenda cena.

Emma: «¿Has pasado hambre?»

Nunca he pasado hambre. Sí ha habido momentos en que no he calculado bien la comida para el tiempo que he estado viajando sin posibilidad de comprar, pero por suerte casi siempre me he encontrado a alguien que me ha ayudado.

Todos (jajaja): «¿Te has echado novia?»

Mmm, soy muy joven todavía para tener novia. Pero sí he conocido a alguna que otra persona muy especial ;).

Yassin y Dounia: «¿Has notado algún cambio en tu cuerpo? ¿Notas tus piernas diferentes? ¿Tienes agujetas frecuentemente?»

Siempre he hecho deporte por lo que ahora no estoy notando mucha diferencia. Lo que sí noto es que a mi cuerpo le cuesta más ponerse enfermo, soy más resistente. Cuando estoy sin pedalear más de tres días noto que me duelen las piernas y me entran rampas en los gemelos y en los aductores. Y después de una semana descansando y sin tocar la bici, noto que ya he perdido un poco el estado físico.

Daniela: «¿Has tenido miedo cuando has pasado por sitios de guerra?»

Por el momento no he cruzado por sitios en guerra. He pasado por zonas con conflictos, como en el Sahara Occidental, entre Marruecos y Mauritania. Pero no pasé miedo, era una zona vigilada por la ONU y, a pesar de la tensión, la zona estaba calmada.

Otros lugares peligrosos han sido Costa de Marfil o Camerún, donde se producían huelgas violentas. En esos países evité las zonas de protesta y extremaba las precauciones. Si en algún momento hubiera sentido miedo, no hubiera seguido por ese camino.

Todos: «¿Hay algo que cambiarías de todo lo que has hecho hasta ahora? ¿La ruta, el medio de transporte, haber confiado o no en alguien?»

Lo cierto es que hubiera viajado más ligero (empecé con la bici demasiado cargada de cosas), hubiera recorrido más caminos secundarios y hubiera tomado más veces mis propias decisiones en lugar de esperar a que las cosas simplemente sucedieran. De momento confiar en las personas no me ha supuesto ningún problema, al contrario, siempre me ha aportado algo bueno.

Rayan: «¿Te has arrepentido alguna vez de empezar este viaje?»

Nunca. A veces pienso si debería haber tomado la decisión de empezar esta aventura mucho antes.

Yara: «¿Hay alguna lección o aprendizaje importante que hayas aprendido en este viaje?»

Muchas, pero quizás la más importantes es que no se puede prejuzgar a nadie, ni por la forma de vestir, ni por su forma de vivir, por su nacionalidad, religión o trabajo. Ahora que conozco otros tipos de vida, empatizo más con otros colectivos que antes eran completamente desconocidos para mí.

Yosef: «¿Nos puedes contar algo sobre tus sentimientos cuando te visitan tus familiares?»

Tengo la suerte de que mi familia me ha visitado varias veces durante mi viaje; es una alegría inmensa cada vez que ocurre y me hace recordar lo afortunado que soy. ¿Lo peor? ¡Las despedidas!

Ahmad: «¿Echas de menos a tu familia?»

Emprender un viaje tan largo, lejos de amigos y familia, hace que ahora valore mucho más esos pequeños momentos compartidos en el día a día, a los que fácilmente no les damos importancia pero que en la distancia se extrañan, y mucho. Viajar me ha ayudado a disfrutar cada momento que tengo la oportunidad de estar con ellos.

Todos: «De todas las personas que vas conociendo… ¿Te ha costado la despedida? ¿Cómo haces para seguir avanzando? ¿Echas de menos a alguien en concreto de los que has conocido? ¿Has conocido a alguien con quien hayas congeniado muy bien?»

Lo más duro del viaje están siendo las despedidas, cada día conozco a gente maravillosa que me abre las puertas de su casa sin apenas conocerme. Intento no quedarme mucho tiempo en un sitio para que las despedidas no sean tan difíciles y tristes. En Windhoek, la capital de Namibia, conocí a una chica con la que congeniamos desde el primer momento. ¡Parecía que nos conociéramos de toda la vida! Me sentí tan bien con ella que después de tres semanas sin vernos, no pude hacer otra cosa que subirme a un autobús para volver a verla :).

María: «Cuando acabe tu viaje, ¿volverás a visitar alguno de los países que has conocido? ¿A cuáles?»

A Marruecos, sin dudarlo. ¡Es un país tan diferente y tan cercano al nuestro! Volvería a comer un tajín y un té marroquí. Volvería a Namibia, para perderme en el desierto y en sus noches silenciosas rodeado de animales salvajes. Regresaría también a Brasil o Paraguay, para volver a ver a los amigos que dejé y seguir explorando sus maravillas.

La organización del viaje

Hay tantos rincones por descubrir que muchas veces es difícil elegir. Camerún 2017

Guille: «¿Cuánto dinero has gastado?»

En lo que llevo de viaje, y son casi ya dos años, habré gastado unos 6.000 euros.

Emily Aaron: «¿Cómo te apañas con el dinero?»

Viajando en bicicleta no se tienen muchos gastos y, además, viajo de una forma que economizo mucho: duermo en mi tienda de campaña, cojo los transportes imprescindibles para avanzar, y muchas veces me invitan a comer.

Yassir: «¿Cómo consigues el dinero cuando llegas a una tribu que no tiene cajero?»

En todos los países donde he estado me he encontrado cajeros para sacar dinero en moneda local. Si no los hay, solo significa una cosa: ¡allí no se necesita! 😉

Yosef Hajar Anyelys: «¿Has cambiado tu ruta planificada? ¿Crees que seguirás la ruta que planteaste desde España?»

Mi ruta ha cambiado varias veces. Mi idea era visitar Ghana, pero no me dieron el visado en Burkina Faso, así que me quedé sin verlo. De SudÁfrica quería volar directamente a Ushuaia, pero el vuelo más barato tenía destino en Brasil, así que aterricé en São Paulo. Estoy seguro de que volverán a pasar situaciones que irán moldeando mi ruta. Pero no hay problema, ¡en eso consiste la aventura!

Alex: «¿Te cuesta encontrar duchas adecuadas?»

En África en cualquier poblado me facilitaban un cubo con agua. Y en Sudamérica, donde estoy ahora, en todas las gasolineras y estaciones de servicio tienen duchas. En algunas zonas las duchas son gratuitas y en otras no.

Emma: «¿Cómo cargas el móvil?»

Llevo un cargador solar con el que cargo una batería externa. Con esta batería puedo cargar el teléfono, el GPS, la cámara de fotos y el e-Book.

Rayan: «¿Cuántos kilómetros pedaleas cada día?»

Hago una media de 80 km por día, pero depende de mi estado físico, del tipo de terreno y del clima. En el Sahara, que es plano y con el viento a favor, llegué a hacer 170 km en un día. En cambio, en Guinea Conakry, donde teníamos que empujar la bicicleta por montañas pedregosas, hacíamos 30 km al día en jornadas de 10 horas.

Hajar: «¿Has tenido que cambiar de bici?»

Por suerte no. Utilizo la misma bicicleta desde que empecé el viaje, aunque he tenido que cambiar componentes debido al desgaste.

Miguel: «¿De dónde sacas la ropa? ¿Has comprado ropa nueva?»

Para pedalear casi siempre llevo la misma ropa: en verano pantalón largo y camisa y en invierno llevo además un cortavientos. También llevo una muda para descansar después de pedalear y otra muda para cuando estoy en la ciudad. Si se me rompe o se gasta por el uso alguna prenda, la reemplazo por otra que me hayan regalado o que compro en cualquier tienda.

Valentina: «Si te robaran la bici, ¿qué harías?»

Si en algún momento de mi viaje me roban la bicicleta será realmente un punto de inflexión: tendré que elegir entre comprarme otra bicicleta, continuar a pie o finalizar el viaje.

Bella: «¿Has perdido algún medio de transporte importante?»

Nunca, siempre he llegado puntual :).

Miguel: «¿Alguna vez te has caído de la bici?»

Un par de veces. En Calabar (Nigeria) volvía de un taller al que había llevado mi bicicleta. Iba distraído y me caí, pero solo me hice algunas rasguños en un brazo y el torso. En el desierto de Namibia perdí el control en una bajada: yo no me hice nada pero rompí dos alforjas :P.

Hajar: «¿En algún momento has perdido la bici y la has vuelto a encontrar?»

Nunca he perdido la bicicleta.

Todos: «¿Tienes algún chip o algo parecido por si te roban la bici?»

Al principio del viaje llevaba un sensor de movimiento que utilizaba por la noche cuando acampaba. Más tarde dejé de usarlo, porque comprendía que si en algún lugar la bicicleta no estaba segura, probablemente yo tampoco. Así que la intuición y elegir con cautela los lugares para acampar fueron los mejores chips.

Paula: «¿Qué seguridad lleva la bici por las noches?»

Cuando tengo alguna duda sobre si la bici estará segura, le pongo un candado. Pero lo utilizo muy poco por la noche.

Yassir: «¿Llevas algún tipo de arma?»

Llevo un cuchillo grande con el fin de protegerme de animales salvajes y cortar ramas (todavía no lo he utilizado con animales).

Los países

Deadly desert. Namibia 2017

Todos: «¿Cuál ha sido tu mejor destino?»

Hasta el momento, Namibia. En este país he podido disfrutar mucho más intensamente de su cultura y, sobre todo, de sus paisajes desérticos con total tranquilidad: ¡por algo es uno de los países con menos densidad de población del mundo!

Silvia: «¿Has comido bien por África y Argentina?»

En África he comido muy bien, hay países como Senegal en los que hay más variedad de platos. Otros países, como Gabón, suelen tener platos más básicos, o directamente comen lo que cazan. En Argentina tienen una comida parecida a España, como las lentejas o los porotos (judías blancas), pero se come demasiada carne. ¡No tienen la suerte de poder disfrutar de la dieta mediterránea!

Rubén: «¿Cómo ha sido tu paso por Río de Janeiro y Uruguay?»

Río de Janeiro es una ciudad muy diversa, abierta al extranjero y con mucha actividad. Quería quedarme solo tres días, pero me trataron tan bien y conocí a gente tan guay, que volví a coger la bicicleta dos semanas después. Uruguay es uno de los países más pequeños de Sudamérica con un litoral muy turístico y ciudades con mucha historia, como Sacramento de Colonia. El mayor problema que experimenté en Uruguay es el elevado precio de la comida, especialmente en las zonas turísticas.

Anyelys: «¿Cuál es el lugar que más te ha llamado la atención?»

El país que más me ha sorprendido por el momento es Burkina Faso. Esperaba un país pobre y con pocos recursos, pero a pesar de ello la creatividad y el ingenio de sus gentes permitía que tuvieran mucha variedad de comida, por ejemplo, o electricidad en cada pueblo generada por paneles solares.

Amaral: «¿Qué costumbres hay en Argentina que te hayan sorprendido?»

Lo que más me ha sorprendido de Argentina es que, desde que se despiertan hasta que se levantan, están bebiendo mate, una infusión hecha con hojas de yerba mate. Es muy habitual ver a los argentinos caminar con una tetera en una mano y un termo debajo del brazo.

Salma: «¿Dónde duermes en Sudamérica?»

En Sudamérica, igual que en África, me estoy encontrando mucha hospitalidad y me invitan a dormir en muchas casas. También duermo en gasolineras abiertas 24 horas, comisarías de policía, gendarmería, escuelas, iglesias o en la montaña entre árboles, siempre con mi tienda de campaña.

Valentina: «¿Te has sentido mal recibido en algún lugar en concreto?»

No. La gente que me ha acogido lo ha hecho de corazón, ya que no tienen ninguna obligación de hacerlo. En ningún país me he sentido mal recibido.

Yara: «¿Hay algo en común entre España y los países que has visitado? ¿Alguna tienda igual, algún banco o a nivel cultural?»

Vivimos en un mundo muy globalizado y conectado por lo que hay muchas marcas multinacionales que podemos encontrar en casi cualquier país. Por citar algunas ejemplos, en los países de habla francesa en África era habitual ver antenas de Canal+. En Senegal o en Brasil he visto supermercados DIA. Por el momento, Coca-Cola es el producto que he visto en todos los países que he visitado.

Anyelys: «¿Se te ha pegado el acento de algún lugar?»

Sí, en Sudáfrica se me pegó un poco el particular acento inglés que tienen los hablantes de afrikáans. Ahora que llevo ya un tiempo en Sudamérica parece que mi castellano está cambiando un poco 😄.

Alex: «¿Te has comprado algo típico de cada país?»

No. En este viaje estoy aprendiendo a no ser materialista: de recuerdo me llevo mis vivencias, que no pesan, son más enriquecedoras y no cogen polvo 😝.

El día a día

En el viaje hay muchos momentos de silencio. Chile 2018

Yassin: «¿Has estado malo alguna vez?»

Sí, algunas veces. Suele ocurrirme por imprudencias, como no escuchar a mi cuerpo cuando está demasiado cansado, o por comer mucho. Recuerdo que en el Congo me mareé del sobreesfuerzo y del sofocante calor que hacía durante el día.

Todos: «¿Cómo organizas las vacunaciones?»

Antes de viajar es conveniente acudir a un centro de salud internacional y allí te ponen las vacunas recomendadas y obligatoria de los países que vas a visitar.

Salma: «¿Has experimentado alguna alergia alguna vez? ¿A la comida o alguna intoxicación?»

Una vez, en Camerún. Mi piel sufrió una reacción alérgica al clima húmedo, al agua y a mi propio sudor, que me provocaba irritaciones en todo mi cuerpo. En Gabón una noche unos mosquitos lograron atravesar la mosquitera y me picaron por todos los brazos y piernas: fue horrible, me picaba el cuerpo muchísimo y no me podía rascar para que no se esparciera, solo me podía frotar y aguantar.

 


Salma: «¿Tienes ropa de invierno?»

Sí. Tengo unos pantalones de invierno y una camiseta térmica. Pero para no pasar frío lo que hago es ponerme varias capas. Seguramente tendré que conseguir algo de ropa de invierno más adelante, ya que a partir de la Tierra del Fuego, en Argentina, ya está empezado a hacer frío.

Alex: «¿Te han regalado algún objeto interesante o útil?»

En Cabinda, en Angola, un internado de la iglesia católica me permitió montar mi tienda de campañá y el responsable del lugar, el padre Mazunga, me regaló y dedicó un diccionario portugués – ibinda. ¡Fue todo un detallazo!

 

Alejandro: «¿Cuál ha sido la comida más rara que has comido? ¿Y la más asquerosa?»

Lo más raro que he comido ha sido mono, que me lo ofreció un cura en Gabón junto a una cerveza para darme la bienvenida al poblado.

Yaiza: «¿Has comido bichos?»

En Namibia comí gusanos en salsa. ¡Pues estaban ricos!

Adri: «¿Has estado cerca de algún fenómeno atmosférico fuerte tipo huracán, tornado, terremoto…?»

No. En África no suele haber fenómenos atmosféricos de ese tipo, pero en América será más habitual sufrirlos.

Edu y Ovidio: «¿Te han intentado pegar o robar alguna vez?»

En Dakar (Senegal) mientras paseaba por un mercado turístico me intentaron meter la mano en el bolsillo, pero me di cuenta y los ladrones salieron corriendo. Por desgracia, estas cosas son muy habituales en cualquier gran ciudad de cualquier país.

Yassir: «¿Alguna vez te han amenazado con algún arma?»

En Brasil hay zonas muy peligrosa y he visto cómo la policía apuntaba a ciudadanos con un arma para preguntarles lo que fuera. Por suerte a mí nunca me han apuntado, ni amenazado.

Adri: «¿Has ayudado a muchas tribus?»

Siempre he intentado acercar mi cultura y mostrar, especialmente a los niños, cómo la única diferencia entre “blancos” y “negros” es el color de piel. También, siempre que tenía la oportunidad en África, colaboraba en escuelas e internados enseñando ciencias a los alumnos o ayudando con los deberes de la escuela.

Paula: «¿Crees que caes bien a la gente que vas conociendo? Y si es que sí, ¿cuál es el truco para encajar en sitios tan diferentes?»

Siempre va a haber alguien a quien no le caigas bien, pero en general creo que cualquier persona amable, respetuosa y que no actúa con maldad cae bien a la gente.

En mi opinión el único truco para encajar en los lugares tan diferentes es intentar siempre comunicarse para poder comprender las costumbres del lugar lo mejor posible.

María: «¿Qué es lo más exótico que has visto?»

En el Estrecho de Magallanes me encontré con un ejemplar de ballena azul varada en la playa. ¡Fue impresionante!

Miguel: «¿Has tenido que retroceder en alguna ocasión para buscar algo que te habías dejado?»

Más de una vez me he dejado los bidones de agua en una nevera y he tenido que volver a buscarlos. También he olvidado el teléfono móvil cargando en algún bar.


Comentarios

  1. Me gustan las preguntas y las respuestas, pues con ambas, nos da una visión bien completita de tu aventura. Continuamos con tu experiencia. Un abrazo.

  2. Endavant Ferran, ets un exemple per tothom. Per a qui va cada dia caminant, en cotxe, o transport públic,ja sigui poble o ciutat, El teu dia a dia és d’actitud davant la Vida, Bon viatge!

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